Impacto de la crisis por COVID-19 sobre los niños y niñas vulnerables. Reimaginar la reconstrucción en clave de derechos de infancia

La crisis del coronavirus está teniendo graves consecuencias para la infancia: la saturación de los sistemas sanitarios, el confinamiento estricto, la parada de la actividad económica y el cierre de centros escolares han tenido un impacto directo sobre el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, y sobre sus oportunidades de futuro. Los diversos informes que se han ido publicando en nuestro país ya ponen de relieve las consecuencias para la infancia: aumento de la pobreza infantil, problemas de salud física y mental, aumento de las desigualdades, tanto económicas como educativas, por poner solamente algunos ejemplos relevantes. Además, estas consecuencias no afectan por igual a todos y a todas, sino que son nuevamente aquellos más vulnerables los que están sufriendo estas consecuencias de manera más acentuada.

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) debe guiar los estudios y esfuerzos para asegurar que la infancia puede disfrutar de sus derechos fundamentales, y en concreto en España son de urgente atención las últimas Observaciones finales del Comité de los Derechos del Niño según las cuales, ya antes de la pandemia, era urgente abordar los problemas de: asignación de recursos, la no discriminación, el nivel de vida, la educación, los niños privados de un entorno familiar y víctimas de violencia, los niños y niñas solicitantes de asilo y refugiados, y los niños y niñas migrantes no acompañados.

Ya antes de la llegada del coronavirus a nuestro país, la pobreza infantil se encontraba cerca del 30%, afectando a 2,2 millones de niños, niñas y adolescentes, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, ECV, para 2019. De hecho, el indicador AROPE2 de riesgo de pobreza y exclusión social de la población infantil se encuentra por encima de estos treinta puntos porcentuales. Estos datos arrojan evidencias sobre la elevada vulnerabilidad de la infancia en España, ante una situación como la generada por la COVID-19. La situación de partida y el impacto de la crisis en el mercado de trabajo nos permiten afirmar que nunca antes tantas familias se han empobrecido tan rápido como ha ocurrido en los últimos meses.

Ante esta situación de extrema emergencia, las administraciones públicas de los distintos niveles de gobierno han intentado dar una respuesta rápida y contundente. Por su parte, las entidades del tercer sector también han actuado para ayudar, dentro de sus posibilidades, a los más vulnerables a afrontar el impacto de la crisis, en sus distintas dimensiones. Pero a pesar de todos los esfuerzos, los niños, niñas y adolescentes de nuestro país siguen sufriendo sus consecuencias. 

El objetivo de este estudio es mostrar cómo la infancia y la adolescencia de nuestro país se está viendo afectada por la crisis de la COVID-19, tanto por su impacto económico, como por las políticas sanitarias que llevaron en la primera fase a su confinamiento estricto y al cierre de centros escolares.