Año: 2024
Autor: Gorevan, Daniel
Lugar de Edición: Londres
Editorial: Save the Children International
Año de edición: 2024
Descripción Física: gráf. y tablas
Páginas: 32 p.
Idioma: Inglés
Fuente: Save the Children
Formato: Electrónico
Temáticas: Bienestar social, protección y prevención, Migración y minorías
Descriptores: asilo político, migrantes, asilados, refugiados, derechos del niño, protección a la infancia
Resumen:
Más de la mitad de los niños y niñas que huyen hacia Europa afirman sentirse en peligro durante sus largos viajes a manos de traficantes de personas, agentes fronterizos y policías, según un informe de Save the Children. La publicación del informe coincide con las negociaciones de los estados miembros de la Unión Europea de aprobar un nuevo y perjudicial pacto sobre migración.
La organización de defensa de los derechos de la infancia ha preguntado a más de 500 niños y niñas refugiados y migrantes y a sus cuidadores procedentes de 16 países que residen actualmente en Europa, y los resultados ponen de relieve los retos a los que se enfrentan quienes buscan protección en Europa tras huir de la violencia en sus países de origen.
El informe, titulado Hope and Harm (Esperanza y daño), reveló que el 56% de los niños de Asia, Oriente Medio y África que respondieron a la encuesta se sintieron en peligro en su viaje a Europa: tres de cada cuatro niños lo atribuyeron a encuentros con la policía, uno de cada dos a funcionarios de fronteras y seis de cada 10 a contrabandistas. Sólo el 18% de los niños refugiados ucranianos encuestados se sintieron en peligro al huir a otros países europeos, y ninguno citó amenazas de la policía o de contrabandistas, pero afirmaron sufrir acoso, perder la confianza en sí mismos y echar de menos a sus padres en los países de acogida. Algunos de ellos señalaron que su acogida en los países de acogida había cambiado con el tiempo: "Si vas por la calle hablando ucraniano o ruso, pueden meterse contigo. Tenemos palabras malsonantes escritas sobre Ucrania cerca de nuestra escuela".?
Los niños de países como Afganistán y Siria declararon haber sido golpeados y amenazados por funcionarios de fronteras y haber dormido en bosques y montañas. Un niño que reside en Grecia dijo: "la policía griega me pegó fuerte en el brazo. Me quitaron toda la ropa y nos enviaron de vuelta a Turquía".
El caso de Omar, sirio de 18 años, es parecido: "el camino hasta aquí era extremadamente peligroso, pero sabíamos que si nos quedábamos, moriríamos de todos modos. Sería lo mismo". Omar cuenta que "de Líbano a Turquía viajamos en avión. Luego [fuimos] de Turquía a Grecia; era peligroso. Lo intentamos tres veces. Algunos fueron secuestrados o golpeados por la policía". Omar huyó de Siria cuando tenía 9 años junto a sus hermanos. Cogieron una embarcación hinchable abarrotada hasta Grecia que se hundió a 20 metros de la costa.
"Era pequeño, no sabía nadar y era muy profundo [el mar]. Gracias a Dios no murió nadie", dice Omar, que finalmente consiguió llegar a Suecia, donde ahora tiene la nacionalidad: "este no es un viaje normal. Quiero decir a todos los políticos que deberían facilitar el viaje. Nadie elegiría morir [de camino a Europa] si no fuera peligroso en su país de origen".
A pesar de los malos tratos sufridos por algunos niños refugiados y migrantes en sus viajes, muchos de los niños encuestados afirmaron sentirse más seguros en su país de acogida que en su país de origen, y un niño dijo que ahora "no hay bombas ni cohetes".