Assisting care leavers: time for action


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Año: 2022

Autor: Adams, Dorothy ; Kups, Sarah ; García-Aisa, Martina

Lugar de Edición: París

Editorial: OECD

Año de edición: 2022

Descripción Física: gráf. y tablas

Páginas: 64 p.

Idioma: Español

Fuente: OECD iLibrary

Formato: Electrónico

Temáticas: Bienestar social, protección y prevención

Descriptores: tutela, protección a la infancia, centros de menores, sistema de protección de menores, acogimiento residencial

Resumen:

Para muchos jóvenes tutelados, el camino hacia la edad adulta y la independencia puede ser difícil, y algunos corren el riesgo de convertirse en los jóvenes más excluidos social y económicamente de la sociedad. Dicho esto, es importante no ver a quienes abandonan la tutela como un grupo “condenado al fracaso”, sino más bien como individuos que pueden tener más desafíos que superar y que, no obstante, pueden, con el apoyo adecuado, prosperar. Para superar los desafíos, quienes abandonan el cuidado necesitan tiempo y espacio, similar al de sus pares que crecieron con su familia, para realizar una transición exitosa del cuidado. Necesitan apoyos y servicios continuos, en muchos casos hasta bien entrada la edad adulta, adaptados a sus diferentes necesidades.

Este informe proporciona una descripción general completa de los entornos políticos de los países de la OCDE y los apoyos posteriores a la atención para quienes abandonan el cuidado para identificar enfoques prometedores basados en evidencia de lo que funciona para mejorar sus resultados. El objetivo es promover el aprendizaje entre países, ayudar a fortalecer la base de evidencia internacional y apoyar a los países para mejorar los resultados de los jóvenes que abandonan su cuidado.

Los datos fiables y comparativos sobre los niños bajo tutela y los que abandonan la tutela son limitados. En promedio, los niños bajo cuidado fuera del hogar en los 26 países de la OCDE para los cuales había datos disponibles para este informe representaban el 0,8% de los niños de 0 a 17 años. Si bien esto puede parecer modesto, se traduce en 1,1 millones de niños bajo cuidado en 2019 y si la proporción fuera la misma en todos los países de la OCDE, aproximadamente 2,3 millones de niños habrían estado bajo algún tipo de cuidado fuera del hogar en 2019. El número de menores que son colocados bajo tutela en algún momento de su infancia o adolescencia es considerablemente mayor. Las estimaciones en la literatura sugieren, por ejemplo, que el 3% de los niños en Dinamarca son colocados bajo cuidado en algún momento antes de cumplir 18 años, una proporción tres veces mayor que la proporción de menores bajo cuidado en el país en 2019.

Hay escasez de datos administrativos sobre quienes abandonan la tutela. Sabemos que, como grupo, suelen sufrir peores resultados, como tener menos probabilidades de recibir educación o empleo, los que abandonan la tutela están sobrerrepresentados entre la población sin hogar y tienen mayores tasas de encarcelamiento y suicidio. Sin embargo, quedan preguntas importantes sobre los servicios de postratamiento a los que acceden los jóvenes, la adopción de cuidados prolongados, qué barreras existen para su uso y, lo que es más importante, qué apoyos marcan la mayor diferencia positiva porque no se recopilan datos o no están disponibles.

La base de evidencia sobre lo que funciona está creciendo. Por ejemplo, cada vez hay más pruebas de que quienes abandonan el sistema y permanecen bajo cuidado durante más tiempo logran mejores resultados. Los jóvenes deberían salir del sistema de acogida cuando estén bien preparados y listos para hacerlo, iniciando la preparación y planificación para esa transición desde temprano y con la plena participación del joven. La evidencia nos dice que el cuidado estable debe ser parte de un paquete holístico de apoyos formales e informales determinado por una evaluación integral e individualizada de las necesidades de quienes abandonan el cuidado. Idealmente, los apoyos deberían basarse en un mandato legislativo sólido y en políticas y procedimientos suficientemente detallados.

En los últimos años se han llevado a cabo importantes reformas políticas en muchos países, basadas en una mejor comprensión de las necesidades de grupos específicos de personas que abandonan la tutela. Las reformas también han sido el resultado de la necesidad de responder al impacto de la COVID-19; por ejemplo, varios países adoptaron medidas para garantizar que las personas que abandonaron la tutela no fueran dadas de alta durante la pandemia. Como puede verse en los ejemplos de buenas prácticas de este informe, algunos países están adoptando enfoques cada vez más innovadores y basados en evidencia. Por ejemplo, si bien la edad legal a la que quienes abandonan el sistema de cuidados deben abandonar el sistema de cuidados en todos los países de la OCDE incluidos en este informe es 18 años, la mayoría de los países (28 de 30) permiten que los jóvenes permanezcan en el sistema de cuidados más allá de los 18 años. Tenga en cuenta desde el principio que los países interpretan la permanencia en el sistema de atención de diferentes maneras, incluyendo: permitir que los jóvenes permanezcan en centros de atención más allá de los 18 años y/o brindar una variedad de apoyos posteriores al cuidado. Veintidós países tienen un marco legislativo que establece niveles mínimos de apoyo a quienes abandonan la tutela.

Tres cuartas partes de los países de la OCDE emprenden algún tipo de planificación de la transición con quienes abandonan la tutela, y en muchos casos involucran a los jóvenes en el desarrollo de esos planes. En 28 países, los jóvenes tienen derecho a apoyos posteriores que van desde apoyo financiero y de vivienda hasta tutoría. Los países que proporcionaron información sobre servicios más especializados, como apoyos de salud y bienestar mental u otros, generalmente hicieron referencia a ellos como parte de un paquete holístico de apoyos, identificado a través del proceso de planificación. Dos tercios de los países de la OCDE informaron que cuentan con un sistema de tutoría para apoyar a quienes abandonan el cuidado, que a menudo se brinda como parte de un paquete más amplio de apoyo.

A pesar de los avances realizados, aún queda mucho por hacer y el informe concluye con indicaciones.


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