Trayectoria en la Defensa de los Derechos de la Infancia

Con este premio se distingue a la Administración Pública, institución, entidad social, persona física, persona jurídica o medio de comunicación social que, en el ámbito de la Comunidad Autónoma Andaluza, se haya caracterizado por sus actuaciones encami-nadas a prevenir y evitar situaciones de desprotección o a garantizar la atención integral de las personas menores de edad en el caso en que se lleguen a producir estas situaciones.

En esta edición se ha concedido a María Luisa Escribano Toledo, por su intensa y continuada labor personal en favor de la defensa y protección de los derechos de la infancia en los diferentes ámbitos, tanto público como privado, especialmente, dirigida a la atención de menores con discapacidad, a los que les ha dado y viene dando todo su apoyo y afecto.

 

 

 

 

 
Mª Luisa Escribano durante la entrega de los Premios Andaluna

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Entrevista a María Luisa Escribano, presidenta de ASANSULL, asociación a favor de las personas con necesidades socioeducativas especiales del Campo de Gibraltar 

Desde su perspectiva como pionera en la lucha en favor de la población infantil con discapacidad, ¿Cómo ve la evolución de esta lucha desde sus inicios, en los años 60, hasta la actualidad? ¿Qué se ha conseguido y que queda aún por hacer?

El de los años 50 y 60 es un modelo psicoterapéutico donde el nacimiento de un niño con discapacidad era una “trágica crisis”. Posteriormente, en los 60-70, las asociaciones de familiares, principales motores de la defensa de estos colectivos, se implicaron en la toma de decisiones y en la defensa de un puesto escolar para sus hijos que en estos años se les negaba.

 A lo largo de la década 70-80 las personas con discapacidad son un problema para la sociedad, existen barreras físicas, actitudes negativas, sistema educativo, solo para algunos, falta de aceptación, falta de contacto social y nulas expectativas de la Comunidad hacia estas personas y por supuesto, no se respetan sus derechos.

 A partir de los años 80 se empiezan a vislumbrar políticas inclusivas de estado, oportunidades para el contacto social, actitudes positivas y desarrollo de leyes que los protegen.

El universo de las familias y de las personas con discapacidad ven el futuro de sus hijos/as desde otra perspectiva, desde la perspectiva de que “toda persona puede progresar si se le prestan los apoyos adecuados”.

La Ley de Integración Social del Minusválido aprobada en el año 1982, “La LISMI”, desarrolla el artículo 49 de la Constitución de 1978 que, por primera vez los poderes públicos amparan especialmente los derechos de las personas con discapacidad.

Esta ley, con muchas limitaciones, desde el movimiento asociativo la consideramos una ley globalmente positiva y sentó las bases para los avances en materia de derechos e inclusión producidos desde entonces.

En la Ley 26/2011 de 01 de Agosto se refunde en un único texto legal, “La LISMI” (2003) y la Ley de Infracciones y Sanciones (2007), estas son las tres principales leyes de carácter general vigentes en España consagradas a las personas con discapacidad.

Después de las distintas autonomías desarrollaron leyes y decretos que han ido mejorando la situación de las personas con discapacidad y el convencimiento de la sociedad de que a estas personas no se les podía limitar el derecho a la educación, al trabajo, a la igualdad de oportunidades y, todo ello, por encima de las propias discapacidades o limitaciones.

Con todo ello, queda mucho camino por recorrer, ya que, a veces vencer las barreras sociales y/o mentales es mucho más complicado que el luchar y defender, día a día los derechos de las personas con discapacidad que es lo que hacen a diario las asociaciones de familiares y amigos, junto a los propios ciudadanos que necesitan estos apoyos para sus desarrollo personal y calidad de vida.

¿Podría explicarme brevemente el trabajo que desarrolla su entidad, ASANSULL? ¿Cuáles son las principales dificultades a las que deben hacer frente?

ASANSULL nació en el año 1970 como un movimiento familiar que defendía un puesto escolar para sus hijos, que hasta eso se les negaba. Nuestra Asociación creó y puso en funcionamiento el Colegio de Educación Especial “Virgen del Amparo”, en La Línea de la Concepción atendiendo a toda la población del Campo de Gibraltar, con dos secciones, una que atendía a alumnos con discapacidad intelectual y otra con alumnos con discapacidad auditiva, a finales de los años 80.

En 1987 puso en funcionamiento un centro de atención infantil temprana atendiendo a menores de cero a seis años, cuyos resultados fueron año a año, con los apoyos necesarios y con la inclusión escolar del 90 % de los menores en centros ordinarios.

[pullquote]Asansull atiende a más de 400 menores del Campo de Gibraltar con necesidades especiales y gestiona un centro de protección de menores.[/pullquote]

Además esta Asociación empieza a dar los apoyos específicos que algunos menores demandan en los centros ordinarios, en horarios no lectivos. En la actualidad se atienden a más de 400 menores de la Comarca con estas necesidades. Dificultades muchas, pero con el esfuerzo de familias, profesionales y administración pública (Junta de Andalucía) se van superando a pesar de la situación de crisis que estamos viviendo.

Y por último y no menos importante, ASANSULL gestiona un centro de protección de menores, donde son atendidas 15 personas con necesidades de apoyo generalizados y carentes de familiares que los puedan atender.

¿De qué manera afecta la actual situación de crisis económica a entidades como la suya, Asansull, y otras en favor de población vulnerable?

Nuestra entidad, como todo movimiento asociativo y como la sociedad en general, no cabe duda que está sufriendo la situación de crisis generalizada de nuestro país, aunque es verdad y justo reconocer que la Junta de Andalucía está realizando el esfuerzo para que los recortes no lleguen a nuestro colectivo. No obstante, sí se han sentido especialmente en programas específicos y, muy especialmente, en el desarrollo de la promoción de la autonomía personal.

Pero este movimiento asociativo está acostumbrado a las dificultades y estamos seguros de que ‘juntos’ podemos y vamos a superar los momentos actuales y seguir avanzando en la defensa de los derechos para las personas con discapacidad. 

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